Cap.8 - 50 reflexiones sobre la categoría Mini
Después de 10 temporadas entrenando en esta categoría, para mí la más bonita de todas, este año he puesto un punto y aparte. Con ganas de volver pronto, he pasado a texto algunas de mis reflexiones.
Semanas de duro trabajo dentro y fuera del baloncesto, para poder al fin actualizar el Newsletter. Esta vez quiero hablar sobre la categoría Mini, una edad fácil de entrenar según muchos entrenadores, pero muy difícil de entrenar bien bajo mi punto de vista. En este artículo no quiero pecar de pretencioso ni de abuelo chapas, simplemente quiero hacer un poco de resumen de todas las situaciones y aprendizajes que me ha dado esta categoría, para estar preparado si algún día tengo ocasión de volver a ella. Para los que estáis en el ajo, disfrutadlo. Para los que encima estéis compitiendo en ella, disfrutadlo +++.
Antes de nada, dejar claro que la categoría Mini es aquella en la que los jugadores/as tienen entre 11 y 12 años, es decir, que cursan 5º o 6º de Primaria.
Para que no se alargue mucho, aunque será inevitable, he separado las reflexiones en cinco temas:
Reflexiones sobre EL JUEGO en categoría Mini
10 conceptos que trabajaría en esta categoría
Reflexiones sobre EL ENTRENAMIENTO
Reflexiones sobre EL ENTRENADOR de categoría Mini
10 errores que he cometido en Mini
Espero que saquéis algo de provecho del texto y que incluso pueda generar algo de debate. No he puesto base teórica para esto, para poder debatir. Lo mío es solo opinión.
50 reflexiones sobre la categoría Mini
RAPIDEZ
En la categoría Mini las cosas pasan muy rápido. El árbitro casi no toca el balón en los cambios de posesión, las posesiones suelen ser muy cortas, y hay muchos errores. Oponerse a esto o querer cambiarlo, es tan difícil e innecesario como vender bolsas de hielo en el polo norte.
FÍSICO
Parece mentira pero la mayoría de chicos y chicas, nunca van a estar más cerca del aro en su vida, ni jugar con un balón tan pequeño. Para un jugador/a de 12 años, cercano al 1,70m, jugar como se hace en España, con canasta a 2,75 y balón 5 debe ser una pasada… No creo que sea del todo bueno tampoco. Es más, creo que condiciona negativamente a la mecánica de tiro entre otros. En solo un verano, crece palmo y medio el aro, y el balón se hincha dos tallas más…
DEFENSA
El clásico “defiende al tuyo” exigido en Premini ya no basta. Hay cortes, buenos jugadores en el 1x1 y aunque no se suele trabajar, balances defensivos. La defensa pasa de ser individual a ser colectiva. Hay quién trabaja las coberturas, otros le llaman “pasaba por aquí”, y hay el gremio de las ayudas cortas. Pero todos coincidimos en que importa más defender el balón que al jugador.
ESTRUCTURA
Pese a que el contrataque ocupa buena parte del aspecto ofensivo, en Mini se empieza a estructurar el juego posicional. Los entrenadores que quieren ir al cielo, juegan por conceptos, o libre con una estructura o spacing definidos. Lucifer y compañía proponen sistemas ofensivos cerrados, sacados de algún equipo Senior Territorial.
TIRO
Al menos en el Campeonato de España Mini, los tiros de fuera de la zona, son contabilizados como triples. Los entrenadores (me incluyo) fomentan este tipo de tiros de media distancia porqué dan un punto más. Incluso alguno va más allá y no deja lanzar a sus jugadores/as desde el “triple de verdad”, porque es un tiro de bajo porcentaje de acierto.
Más tarde en Senior, los entrenadores que han leído Sprawlball de Kirk Goldsberry (también me incluyo) les dicen a sus jugadores que no tiren de media distancia, que son tiros de bajo porcentaje.
POSITIONLESS
O cómo hacerte el interesante con el inglés, cuando no encuentras la palabra en castellano. Vendría a ser, jugar sin una posición asignada. En Mini no debería haber bases ni aleros ni pivots bajo mi punto de vista. No tenemos una bola de cristal que nos diga cómo va a evolucionar física ni técnicamente ninguno de nuestros jugadores/as. Pongamos el ejemplo típico del chico que mide 1,75 en Mini. Evidentemente va a rebotear más que el resto, y meter puntos de cerca pintura, porqué está más cerca del aro que sus compañeros/as. La pregunta es si hará lo mismo cuando llegue a categorías de rendimiento.
Personalmente, prefiero ver un jugador de 2,00m jugando como exterior, que a uno de 1,85 jugando como interior. Y errores de cálculo sobre evolución física de un jugador/a todos hemos cometido. Si tengo que escoger, prefiero que se convierta en el primero y asegurar los tiros.
DECISIONES
El jugador Premini juega muy condicionado de forma involuntaria. Está descubriendo el juego. Su inmadurez le hace fijarse en sus padres en la grada (hace unos siglos cuando competíamos) y depender mucho de su entrenador/a.
Los jugadores/as Mini tienen este punto de descaro más punk, de descubrimiento de la pubertad, donde empiezan a estar dispuestos a saltarse alguna regla. Creo que los entrenadores debemos aprovecharlo para que jueguen más libres, sin estar condicionados por disciplinas tácticas. Es buen momento para enriquecer los entrenamientos con tareas que fomenten la toma de decisiones, la lectura, y el desarrollo de la táctica individual, por encima de la técnica individual.
COLECTIVO
En etapas anteriores, el juego se basaba en un jugador/a robando el balón y anotando una canasta; en 5 rebotes ofensivos que culminaban en una canasta de la chica más alta, o en algún saque rápido que había pillado a la defensa desprevenida.
En Mini, el pase gana mucho peso. Los jugadores/as tienen mas fuerza, y conocen diferentes tipos de pases. Se finta más, se trabaja para recibir, se corta. Todo eso hace ganar muchísima importancia al trabajo colectivo. Spacing, reglas, roles ofensivos…
TÉCNICA
Los jugadores/as empiezan a tener consciencia corporal, y ya saben cómo corregir errores en el gesto. Si se trabaja regularmente, y de una forma estructurada, los jugadores suelen mejorar su mecánica, juego de pies, pase… Y eso lleva a un juego mucho más vistoso, con más variedad de recursos técnicos, y también lleva a la mejora de la efectividad ofensiva. ¿O no habéis notado que en categoría Mini los marcadores del equipo ganador superan normalmente los 80 puntos?
CORTES
Como ya hemos dicho, el jugador tiene mucho más control corporal. Un hecho diferencial, es que en Mini ya suele ser capaz de jugar con la cabeza levantada, y ver qué está pasando a su alrededor.
Esto sumado a una importancia mucho más alta del juego sin balón, hace que el jugador que no controla el esférico sea capaz de dar cortes de calidad, puertas atrás, o líneas de contrataque válidas para el pase.
DISOCIACIÓN
Entendido como la variación de ritmos o acciones entre diferentes partes del cuerpo. El ejemplo más común sería entre tren inferior y superior, específicamente en el bote. Normalmente los jugadores acostumbran a dar un bote por cada zancada, y a mí me gusta trabajar con el balón más vivo, y con muchos más apoyos que botes.
DESBLOQUEO DE MUÑECA
Normalmente, si no se trabaja de forma específica, los jugadores/as suelen controlar el balón por el hemisferio superior del balón. Si excluimos la parte inferior del balón (dobles), nos quedan cuatro hemisferios disponibles para ejercer el control del balón: cara exterior, cara interior, hemisferio frontal y dorsal del balón. Trabajar el control de balón por estos cuatro hemisferios, dará muchísimos más recursos ofensivos a los jugadores con el balón controlado.
CORTE BANANA
Se trata de un concepto en inglés, usado para un corte específico, también conocido como 45 cut, que me gusta trasladar a categoría Mini por su efectividad, y por la rapidez de comprensión del concepto que he podido experimentar. Con el balón a 45 o esquina, el defensor de 45 contrario se suele relajar, y puede ser un buen momento para cortar por delante suyo, en curva, pasando cerca de poste alto. Evidentemente el nombre de banana, se le atribuye por la forma del corte, repito, de 45 hacia poste bajo, para finalizar normalmente a aro pasado o cerca de canasta.
PASAR CORTANDO
Pasar y cortar tiene una evolución, pasar cortando. Se trata de aprovechar que nuestro defensor está pendiente de contestar el pase, y mirando aun hacia donde se dirige el balón, para dar un corte en este momento de falta de atención. Personalmente, me gusta castigar en el segundo corte, ya que ante una defensa trabajada, el primer corte llega a ser previsible. Poniendo un ejemplo simple, un corte de 45 que recibe en el poste, se puede castigar mediante el pasar cortando para anotar una canasta fácil.
PASE SOBRE BOTE
Personalmente, me gusta trabajar este tipo de pase en Mini, porque creo que da muchos más recursos a los jugadores/as, y es un tipo de pase muy usado en categorías de rendimiento. La edad Mini (11-12 años) coincide con la alta mielinización, también conocida como la edad de oro del desarrollo motriz. Debido a esta alta conexión neuronal, los niños son capaces de aprender conceptos (o idiomas o a tocar instrumentos) con más facilidad que en edades posteriores. Por tanto, introducir este tipo de pase en Mini puede facilitar mucho las cosas a sus futuros entrenadores.
SACAR RÁPIDO
Más que “sacar rápido” como concepto, me gusta trabajar el cambio de chip ataque/defensa. En la mayoría de competiciones de Minibasket de todo el mundo, los árbitros no piden el balón tras cambio de posesión, ya sea en violaciones, fueras o situaciones de lucha por el balón, solo lo piden al señalar falta personal. Me gusta trabajar la anticipación, y pido a mis jugadores/as que se fijen en las señalizaciones del árbitro, para sacar rápido y anotar con la defensa aun en balance. He llegado al punto de enseñar el concepto de pasar y cortar a partir de saque de banda y cambio de chip. Un jugador sin balón sale corriendo del campo para sacar, y el pasador ya corta hacia canasta para ahorrar unos segundos.
Quién piense que no sirve para nada, ya que en Cadete los árbitros tocan el balón en los cambios de posesión, tiene gran parte de razón, pero lo cierto es que en saques de fondo tras canasta no existe esta norma en ninguna categoría.
PUERTA ATRÁS
Como ya hemos recalcado en el apartado de juego, en la categoría Mini empieza a haber muchos cortes de calidad, y gran carga de trabajo sin balón. La defensa también empieza a defender bien los cortes. Por este motivo, es bueno a mi entender que los jugadores sepan cómo castigar la defensa de un corte, y aquí entra la didáctica de la puerta atrás. No solo enseñaría el timing, spacing y lectura de puerta atrás al jugador sin balón, sino también a pasar al espacio vacío.
ATACAR AL ATACANTE
A nivel defensivo, el primer concepto que introduzco en la defensa individual es el de no relajarse. Si el atacante se siente cómodo con el balón y no nota presión alguna, tendrá más opciones ofensivas que elegir. Creo que el deseo por tener el balón es algo innato en algún jugador, pero no en la mayoría. Una vez ya entiendan que queremos el balón, introduzco conceptos técnicos como atacar el cambio de mano por delante, robar el balón de abajo hacia arriba para evitar faltas, o la posición de brazo escudo y brazo espada durante las penetraciones.
Personalmente, dedico mucho tiempo de entreno a la técnica individual defensiva, sobretodo en los 3 primeros meses de entrenamiento. Tengo la teoría de que si entrenamos ante una defensa que nos exija en ataque entre semana, nuestros recursos ofensivos técnica y tácticamente también mejoraran. Al contrario, si nuestra defensa es débil, lo será tanto en el entreno como en el partido, y tendremos que esforzarnos menos para anotar.
AYUDAS CORTAS
Antes de nada, damos por hecho que en Mini la defensa colectiva empieza a ganar en importancia. Cada entrenador le llama de un modo distinto, pero a mi me gusta diferenciar entre ayudas cortas y largas. Las ayudas cortas tal y como me gusta plantearlas, consisten en que durante una penetración, el jugador sin balón más cercano al atacante, saque una mano para intentar picarle el esférico, siempre de abajo hacia arriba.
La intención principal no es robar el balón, sino que el atacante se sienta incomodado y suelte el balón. En definitiva, generar un extra de actividad defensiva para que los defensores no ser relajen.
ÚLTIMA AYUDA / BOMBERO
Pese a que como ya he dicho, la defensa empieza a ganar mucha importancia en Mini, hay muchos desajustes defensivos que suelen finalizar en canasta. Para intentar remediarlo, me gusta introducir el concepto “Last” o último jugador/a, para aquél defensor que está más lejos del balón. En caso de penetración clara sin oposición, será el encargado de saltar al balón para apagar el fuego.
TIEMPO LIMITADO
En la mayoría de clubes, el tiempo de entreno es limitado debido a la gran cantidad de equipos dentro del club, o de la presencia de otras entidades. Para remediarlo, se me ocurren tres posibles soluciones.
La primera sería no invertir tiempo para charlar dentro de la pista. Si queremos hablar sobre el partido, que sea fuera de la pista, si queremos hacer una charla después del entreno, lo mismo. Es más, yo recomiendo entrar a pista ya con el calentamiento explicado fuera, para no invertir tiempo en pista con las normas de la tarea.
La segunda sería tener ejercicios “plantilla” que el equipo ya conozca por el nombre, y que solo al escuchar la palabra clave, los jugadores/as ya se coloquen para empezar. Evidentemente estoy hablando de 2 o 3 ejercicios que funcionen y/o que gusten a los jugadores; la explicación y la corrección son partes muy importantes dentro de la sesión.
La tercera propuesta depende del contexto de cada club. Sería aprovechar otro espacio del pabellón para hacer un trabajo previo o posterior. Creo que algunos de los aspectos de la técnica individual pueden trabajarse sin oposición e incluso sin canasta. Me duele a los ojos ver un entreno de niños donde no se usan las canastas en los primeros 30 minutos…
NIVELES HETEROGÉNEOS
En la mayoría de equipos Mini, incluso en los más buenos, suele haber muchas diferencias a nivel físico y de talento entre los jugadores/as. Normalmente se cae en el error (a mi entender) de separar por niveles a los jugadores en determinados momentos de la sesión.
Bajo mi punto de vista, todo el mundo debería trabajar lo mismo, con adaptaciones. Es decir, si en un punto del ejercicio exigimos un cambio de mano, al que lleva más tiempo le suelo exigir un cambio por delante, y al que destaca más del equipo a nivel técnico y coordinativo, le pido un doble cambio y casi una voltereta.
CORRECCIONES
Creo que la corrección es el hecho diferencial entre un buen entrenador y un entrenador regular. En la corrección está la mejora.
En mi caso, no solo doy importancia a qué estoy corrigiendo, sino que el cuándo y el cómo tienen el mismo peso en cada corrección. No todos los jugadores/as son iguales, y uno necesitará ser corregido justo después de la acción (porqué después no se acuerda) y otro necesitará ser corregido un minuto después (porqué necesita bajar revoluciones). Otro jugador/a necesitará ser corregido con más seriedad, y con otro más maduro puedes hacer hasta broma dentro de la corrección.
DINÁMICAS DE JUEGO
A esta edad, los chicos quieren competir, pero también jugar y pasárselo bien. Por eso suelo proponer muchos juegos competitivos, aplicados al baloncesto, siempre con un tono más distendido, incluso humorístico; para que vean que es importante competir, pero también disfrutar mientras lo haces.
Me gusta estar al día de las cosas que les gustan, para proponer juegos que les generen interés. Aunque sea un juego reciclado de los que había hecho anteriormente, cambiarle el nombre a Fortnite, Among Us o Pokémon, y alguna norma para que cuadre con el juego en cuestión; es sinónimo de empezar el entreno por todo lo alto.
TOMA DE DECISIONES
Podría estar de acuerdo con la gente que dice que en Premini suele haber mucha carga técnica, ya que todo el mundo debe aprender a hacer una entrada, un mínimo sobre mecánica de tiro… En resumen, los básicos para salir a jugar un partido de baloncesto. En Mini ya no me vale este discurso. Para mi debe ser la categoría con más carga de táctica individual de todas, incluso más que en categorías Senior.
Como ya he dicho anteriormente, estamos en la edad de oro del desarrollo motriz, y es el periodo perfecto para aprender. En etapas posteriores costará el doble hacerlo. Es por eso que no tolero el jugar sin pensar, e intento proponer tareas para que el cerebro no pare.
Es por eso que odio los circuitos de técnica individual sin oposición, porque en el partido no hay conos y no se juega sin oposición. También me da igual si el gesto de mi jugador/a es más o menos bueno, si este es capaz de cumplir el objetivo (anotar). Siempre digo que no estamos en salto de trampolín, donde puntúan la técnica, estamos en un deporte donde se calcula el tanteo, y por tanto la calidad de la decisión debe primar por encima de la del gesto.
Me gusta proponer tareas ricas en toma de decisión, donde el jugador pueda decidir más que entre A y B, y donde haya diferentes maneras de cumplir el objetivo. Me gusta fomentar la figura del jugador “destrozajuegos” que va al límite de la trampa, pero que trama un plan muy diferente al resto para tener éxito. Esto también es baloncesto.
REFUERZO POSITIVO
Que no nos engañen los físicos cambiantes, los jugadores/as siguen siendo niños, y necesitan la aprobación o la felicitación de un adulto cuando sobresalen.
Soy de reforzar positivamente muy a menudo, más que de dar importancia en exceso a aquello que sale mal. Me gusta poner a jugadores/as de ejemplo delante del colectivo para dar un mensaje de refuerzo al jugador, al mismo tiempo que propongo una referencia asociada al bien, para el jugador que anda perdido.
Los refuerzos positivos durante los entrenos son efectivos, pero en los partidos, son un chute de moral añadido. Y acabo con los refuerzos directos e indirectos. Un ejemplo de refuerzo positivo indirecto sería escribir un mensaje de texto a la familia del jugador. Suele ir muy bien con los jugadores tímidos o con poca confianza.
ALEGRÍA
Para mí este es el punto más importante del entrenamiento, y es tomarse las sesiones con alegría.
Me gusta hacer alguna broma para captar la atención de los jugadores durante los discursos. Me gusta reír durante los entrenos y partidos para que vean que estar alegre y estar concentrado no es incompatible. Me gusta celebrar y que se celebren las cosas buenas que nos pasan.
Al principio era todo lo contrario, hasta que vi que las broncas y los malos rollos no funcionaban con los niños/as, y vi que mi salud mental como entrenador se iba deteriorando.
ESTRUCTURA
Para mí es importante que los entrenos estén preparados al detalle. No estoy cómodo con una lista de tareas como si de la nota del súper se tratara.
En cada ejercicio dejo un espacio para correcciones, que las llevo también preparadas para saber dónde focalizar mi atención. También intento que mis entrenos tengan una evolución lógica, es decir, que vayan incrementando en número de oposición para ejecutar según qué concepto en un espacio más reducido, ante más handicaps, y con más estímulos defensivos.
PLANIFICACIÓN
Personalmente, no me importa saber lo que trabajaré hasta el final de temporada con el equipo. Me gusta planificar semana a semana, y como máximo mes a mes.
Los cambios en un equipo Mini son muy grandes de un día para otro, y los partidos m sirven para leer e interpretar qué le falla al equipo en aquel momento. Si que es verdad que hay una parte competencial que todos los jugadores deberían dominar al finalizar la etapa Mini y debemos trabajarla con regularidad, pero también veo importante corregir los errores que he podido detectar durante la competición (que para eso debería usarse)
REGULARIDAD
Pienso que es importante que los entrenadores/as hagamos un esfuerzo para entrenar siempre igual emocionalmente hablando, y que no caigamos en la bipolaridad. Eso incomoda mucho a nuestros jugadores/as, que suelen no estar preparados para reaccionar a las emociones de un adulto.
Parece un hecho sin importancia, pero veo mucha gente que entrena feliz cuando lo está, y desmotivada cuando está cansada o viene de un día duro.
EDUCADOR
Un entrenador/a Mini debería ser consciente de que su función es que sus jugadores/as aprendan a jugar a baloncesto. Y no solo eso, el deporte tiene una gran carga social y de transmisión de buenos valores, que él debe ser el encargado de fomentar.
APRENDIZ
Un entrenador/a Mini debería estar dispuesto a aprender constantemente. Hoy en día por suerte, vivimos rodeados de información a pocos clics de nuestro alcance. Una charla con un entrenador más veterano, el visionado de un clínic sobre nuestra categoría, o simplemente ver entrenos y saber contextualizarlos a la edad de nuestros jugadores, puede ser una muy buena forma de empezar.
PSICÓLOGO
Un entrenador/a Mini debería conocer las emociones de su plantilla, y también sus preocupaciones. Si un jugador/a nos llega triste, preguntarle nos dará información para poder ayudarle. Si un jugador/a nos llega más contento de lo normal, nos puede ayudar a saber qué siente para poder repetirlo. Los niños y niñas deben ser felices, y nosotros somos un apoyo emocional muy importante.
GESTOR DE CONFLICTOS
Es normal que haya tensiones entre niños y niñas, y que cueste resolverlas sin la mediación de un adulto. El entrenador/a debe hacer lo posible para mediar y llegar a una solución justa para los dos o más implicados.
COMPATIBILIZADOR DE INTERESES
Parece mentira los intereses de diferentes colectivos que tienen relación con un equipo de baloncesto Mini.
Por un lado, las famílias. Habrá de diferentes opiniones, y no siempre habrá buena sintonía entre ellas.
La coordinación o dirección técnica puede tener otras. Hay desde las menos restrictivas, que entienden el club como un conjunto de equipos, hasta las más intervencionistas que querrán imponer un estilo de juego común e incluso (equivocadamente) exigir resultados.
El entrenador/a está en el medio del “fregao” y su postura debería intentar redirigir a los distintos colectivos hacia una línea común, mediante el convencimiento y la diplomacia.
FUTURÓLOGO
Un entrenador/a Mini debería mirar hacia delante, y no entrenar solo para el presente. Aunque el presente sea desmotivador, confía en su habilidad para hacer mejorar a los jugadores, y tiene un plan para que todo empiece a carburar.
ESTRATEGA
Un entrenador/a Mini debería analizar el juego constantemente, e ir evolucionando su plan de juego y estilo con el equipo a medida que avance la temporada.
MOTIVADOR
Un entrenador/a Mini debería animar a su equipo a cumplir los objetivos. Motivar por la victoria, y seguir motivando tras la derrota. Sabe cómo despertar a sus jugadores, les conoce bien, y les motiva a cada uno de forma distinta.
PROFESIONAL
Un entrenador/a Mini debería ser consciente de que su trabajo va mucho más allá de su salario. Está contribuyendo a mejorar la sociedad, y tiene la oportunidad de dejar huella para siempre en 12 o más jugadores. Profesionalidad entendida como llegar puntual, ordenar el material, no decir tacos, o respetar a todo el mundo.
EJEMPLO A SEGUIR
Un entrenador/a Mini debería saber que los ojos de los jugadores/as están puestos siempre en él/ella. El entrenador es el espejo para los chicos y chicas, su referencia fuera de los miembros su familia. Debe actuar de forma cívica y responsable.
OBSESIÓN POR LOS RESULTADOS
A todos los entrenadores nos gusta ganar, y en mi caso, cometí el error de relacionar la mejora con los buenos resultados. Ganar no depende del entrenador ni de nuestros jugadores en categoría Mini. Es verdad que si nuestro trabajo es bueno en las sesiones, tenderemos a mejorar los resultados de forma progresiva, pero hay condicionantes de desarrollo físico y muchas diferencias entre equipos, que van más allá del poder o el control del entrenador.
En el momento que decidí dejar de mirar resultados y averages; y convencí a los jugadores y a sus familias de que era un hecho secundario, tanto los jugadores, como yo como entrenador afrontábamos la competición con mucha más tranquilidad, y más liberados de presión.
Ganar en cualquier categoría de base debería ser la consecuencia del buen trabajo, no el objetivo principal. Entiendo la figura del entrenador/a de base como alguien que trabaja para la mejora colectiva e individual, no como alguien que busca ganar partidos, ligas o reconocimientos.
PENALIZAR EL FALLO
Siempre me ha gustado diferenciar entre error y fallo. Un error podría ser no ejecutar un corte pactado, o defender a bajo nivel en un 1x1. Ese error debe ser corregido y el jugador lo tiene que saber. Hablamos de errores de concentración, tensión o atención.
Un fallo es la falta de éxito en algún intento, ya sea un tiro liberado que no ha entrado, un pase creativo que no ha llegado, o alguna ayuda defensiva que ha salido mal. Creo que la penalización no debe ser la misma que en el error, ya que en el fallo hay buena voluntad y concentración por parte del jugador. El refuerzo que daría sería positivo, y animaría al jugador quitándole importancia al hecho de fallar.
Cuando empezaba a entrenar, no solo no diferenciaba entre error y fallo, sino que encima penalizaba ambos. Lo hacía mediante un abuso de autoridad, que hacía que el jugador jugara con más tensión. Yo pensaba que era bueno que jugaran con un poco de miedo, pero ahora veo que sin este miedo a equivocarse y ser penalizados, los jugadores actúan de forma más tranquila y se atreven a probar más cosas.
COPIAR EJERCICIOS
Ver algún ejercicio que nos atrae y querer probarlo con nuestros jugadores no creo que sea algo negativo para el equipo. Lo que creo que puede influir negativamente, es la falta de contextualización.
No hay dos equipos iguales, y por tanto será necesario hacer algunos cambios en la tarea que queremos proponer, adaptándolos a la realidad de nuestros equipos.
En mis inicios, solía quedarme a ver entrenos de otros equipos, y copiar alguna tarea que me parecía interesante. Me atraía porque veía que salía bien y que había harmonía, pero luego cuando lo probaba con mis jugadores/as no salía, y me ponía de los nervios. Al final entendí que si conservaba la raíz del ejercicio, y simplificaba algunas normas, la tarea acababa saliendo bien en mis entrenos.
NO VALORAR EL PROCESO
También muy relacionado con el hecho de la obsesión por competir, estaba la de no disfrutar de las pequeñas mejoras.
Muchas veces me obsesionaba con la mejora colectiva, y esto no me dejaba ver que alguno de mis jugadores/as estaba progresando en diferentes ámbitos del juego.
Un año me propuse grabar la primera sesión de entreno, y alguna de las sesiones finales, para convencerme a mí mismo de que los jugadores/as habían mejorado. Es un ejercicio muy placentero para entrenadores/as muy autoexigentes
COMPARAR CON OTROS EQUIPOS
En los primeros años entrenando en categorías de base, tuve la suerte de entrenar una muy buena generación de chicas, que competían en lo más alto de Catalunya, contra alguna de las mejores canteras de la zona. Se trataba de equipos con el Senior en LF2 como Barça, Sant Adrià, UE Mataró o Boet.
Mi contexto era muy diferente. Equipo de pueblo, jugadoras de un mismo colegio, con menos horas de pista… Me obsesioné en que teníamos que competir contra estos clubes para demostrar que los de pueblo podemos tumbar a los grandes clubes. Sin quererlo, usé a mis jugadoras para hacer mi propia guerra, cuando ellas solo querían aprender baloncesto, mejorar, y competir los fines de semana.
Creo que muchas veces las comparaciones son odiosas, y es imposible competir contra clubes mejores cuando no se dispone de una buena estructura. No teníamos las mismas oportunidades a nivel de horas de pista, fichaje de jugadoras; pero al mismo tiempo no teníamos presión ninguna.
REPETIR EJERCICIOS
En líneas anteriores he destacado el hecho de proponer ejercicios plantilla para ahorrar tiempo en la explicación. Es evidente que no me voy a contradecir, pero tampoco es cuestión de tener entrenos “plantilla”.
En la generación de tareas más innovadoras está el crecimiento del entrenador, y el equipo también lo agradece. Generar nuevos ejercicios para que los entrenos tengan más variedad, hace que los jugadores/as no caigan en la monotonía, ni tampoco los entrenadores.
ENTRENAR COMO ME ENTRENARON
Como muchos entrenadores/as Mini, durante mis primeros 5 años como entrenador, compaginaba tareas como jugador y técnico. Recuerdo que cuando empecé a entrenar, mis referencias más cercanas era lo que hacia mi entrenador, que luego transportaba al equipo que yo dirigía.
Mi entrenador era un loco de la técnica individual y del gesto, y sin querer, transportó su devoción hacia mi persona. Mis primeros entrenos eran con mucho material, circuitos de conos, hasta que vi que los jugadores/as necesitaban algo más que esto.
HABLAR MAL DE LOS ÁRBITROS
Otra manía que transporté de la pista a los banquillos, era el hecho de odiar a los árbitros. Como jugador era muy emocional, y no toleraba las injusticias. Solía hablar mal de ellos con los jugadores, y ponerme más nervioso de la cuenta en los partidos.
Realmente era una actitud adquirida, ya que no había tenido entrenadores que no les apretaran durante mi etapa como jugador. Cuando vi que era perjudicial para mi plantilla, empecé a suavizar mis conductas, hasta ver que su tarea era más difícil de lo que me pensaba. Este cambio de mentalidad también me ayudó mucho como jugador.
MANTENER LAS FAMÍLIAS AL MARGEN
No hace mucho tiempo, pensaba que los cursos de entrenador te aportaban sabiduría, y un conocimiento tan grande sobre el juego, que me hacia sobresalir por encima de las familias y el resto de personas relacionadas con el equipo. Pensaba que el resto no entendía de baloncesto, y hablar con ellos sobre el juego o el desarrollo del equipo, era una pérdida de tiempo.
Evidentemente sigo pensando que el entrenador debería ser el que más sabe de baloncesto del equipo, pero creo que la relación con las familias es indispensable. Ponerlos al día sobre el equipo, sobre sus hijos/as en particular, y hacerles partícipes en el proyecto, nos puede hacer ganar credibilidad con los niños, y que nos echen un cable desde casa cuando necesitamos reforzar algún mensaje.
TRABAJAR SOLO PARA EL PRESENTE
Alguna vez llegué a descartar algún jugador/a porqué no aportaba nada al presente del equipo, o porqué me tendría que esforzar el doble para ponerlos al nivel del resto.
¿Qué sé yo en lo que se podría haber convertido este jugador? Quizá hoy en día sería el más alto del equipo… O el más jugón, o el baloncesto le habría salvado de acabar perdido en la calle… Las necesidades del presente echan al traste futuras oportunidades, y nuestras decisiones como entrenadores son más trascendentales de lo que imaginamos.
Cap.8 - 50 reflexiones sobre la categoría Mini
Excelente!!!
Molt bé Pere, totalment d'acord amb la major part dels comentaris