Cap. 22 - 30 propuestas para mejorar tu club
Lejos del profesionalismo, el 99% de licencias emitidas en España, son de clubes amateurs. En ellos radica una gran responsabilidad formativa, sustentada por la enorme pasión de sus integrantes.
En el artículo de hoy, intento recoger ideas y propuestas que he implementado en alguno de los clubes en los que he entrenado o coordinado, e incluso alguna propuesta que tengo en mente, nunca he llevado a cabo, pero creo que podría ayudar al desarrollo del club amateur. Al fin y al cabo, se trata de tejer una estructura de club, donde jugadores, entrenadores y familias se sientan cómodos y representados; y al mismo tiempo, proponer actividades de forma constante para atraer nuevos “clientes”, ya sean jugadores, o patrocinadores que aporten estabilidad económica al club.
Antes de entrar en detalle, aunque por muchos parezcan obviedades, vamos a enumerar diferentes componentes esenciales para que un club crezca de forma constante:
Entrenadores/as: Tener un tejido técnico amplio y apasionado, hará crecer a nuestros jugadores entreno a entreno. Ayudar a la mejora del entrenador y empoderarlo, es esencial para que año a año tengamos todos los equipos cubiertos, y con una persona competente al mando. Pero no todos los técnicos tendrán nuestro mismo empuje. Tendremos que brindarles escenarios, formaciones y también un presupuesto para animarles a salir de su zona de confort.
Jugadores: Hablo del club local, no del que ficha. El club que cada año llama a la puerta de jugadores/as de otras entidades, se equivoca leyendo este artículo. Lo único que tendrá que hacer este club fichador, es asegurarse de ser competitivamente potente. El club local deberá substituir este “scouting” en formación, por actividades de difusión del baloncesto en su área. Al mismo tiempo, ofrecer opciones de desarrollo continuo a los jugadores que ya llevan tiempo jugado, para aportarles mayor nivel técnico y táctico.
Colaboradores: Las cuotas de un club amateur no pueden ser muy elevadas, ya que nuestro objetivo como club amateur debería ser acercar el baloncesto a todo el mundo, sea cual sea su potencial económico. Tener un grupo de comercios y empresas colaboradoras, participando activamente en el tejido económico del club, nos ayudará a tener unos ingresos extras, y subsistir en un mundo donde las licencias son cada vez más caras, el coste del arbitraje no hace más que subir, y el cuerpo técnico debería también ver recompensado su trabajo.
Estamentos públicos: La mayoría de clubes amateurs en España, podrían considerarse públicos-concertados. Es decir, hacen uso de equipamientos públicos, pero son dirigidos por directivas y técnicos no contratados por el propio ayuntamiento o gobierno local. Pese a eso, tener contacto constante con los responsables de las instalaciones, es esencial para que el club funcione. Al mismo tiempo, funcionar y crecer a ojos de la administración, puede servir para acceder a una mayor subvención económica.
Expertos: Aunque poco tenga que ver con el baloncesto, dentro de un club hay muchos familiares con amplia formación en diferentes ámbitos profesionales, que nos pueden aportar buenas ideas. Expertos en marketing, emprendedores, psicólogos, expertos en economía… Todos ellos nos pueden servir como consulta, y aportar una visión distinta como profesional en el sector.
Hecha esta introducción, vamos a enumerar las 30 propuestas para dar un salto de calidad a los clubes amateurs. No tienen ningún orden concreto. A medida que se me han acudido, las he ido apuntando. Algunas están más enfocadas a la mejora del equipo técnico, otras al jugador, y algunas comparten diferentes etiquetas.
Si tenemos varios equipos por categoría, y distintos géneros, podemos dedicar un día de entreno semanal a la técnica individual. Mi propuesta es mezclar los diferentes equipos, y trabajar todos a la vez, de modo que haya entre 30 y 40 jugadores en pista, usando todos los aros disponibles en el pabellón. Mini masculino A y B, y Mini femenino A y B, compartirían pista los martes de 17:30 a 19:00, y trabajarían lo mismo.
El Director Técnico, que en teoría es el entrenador con más experiencia en técnica individual del club, dirigirá la sesión, y sentará unas bases metodológicas comunes para todos aquellos equipos.
Durante hora y media, se trabajarán los aspectos más analíticos de la técnica individual. Desde la mecánica de tiro, rutinas de bote, principios defensivos individuales, juego de pies, finalizaciones…
Creo que puede ser bueno por diversos motivos:
Crear un molde de jugador de club, es decir, que todo el mundo tenga opción de aprender lo mismo, y se defina el prototipo técnico del jugador/a de nuestra cantera
Quitar responsabilidades al entrenador novato. Muchos nuevos entrenadores, tienen miedo a enseñar según qué aspectos de la técnica individual, o simplemente no saben por dónde empezar. Dando una gran responsabilidad en este aspecto al director técnico, o a un encargado de dirigir la sesión con más experiencia, les quitará presión y responsabilidad al entrenador con menos horas de vuelo en el mundo del entrenamiento.
Generar un espacio de aprendizaje para los entrenadores. A veces resulta complicado encontrar detalles para corregir aspectos de técnica individual. Para el entrenador que quiere aprender, ver a alguien veterano una vez por semana trabajando en cada categoría (desde Premini hasta Junior) es una fuente de aprendizaje muy grande. Al mismo tiempo, el entrenador con menos experiencia se dedica a corregir durante la sesión, así que también aprende haciendo.
De la cantidad siempre sale la calidad. Es por esto que un club amateur, tiene que estar constantemente dispuesto a crecer, sobretodo en categorías de formación.
Una de las propuestas en los meses finales de la temporada (mayo-junio), es organizar un torneo en categorías de Minibasket, donde participen diferentes centros educativos de la zona.
Es una buena forma de atraer nuevos jugadores, y al mismo tiempo, de empoderar a aquellos niñas y niños que ya son jugadores de nuestro club.
Cada jugador/a de nuestros equipos de Minibasket, será el capitán de su centro educativo. Durante 15 días, tendrá que reclutar un equipo de 8 jugadores, para representar a su colegio en la Copa de Difusión (aquí pondríamos un nombre más apetecible).
Si disponemos de presupuesto para este evento, sería un detalle regalar camisetas a los participantes, de colores representativos de su centro educativo. Al mismo tiempo, tendríamos que armar un punto de información, explicando las diferentes actividades del club, y repartir flyers con los costes de inscripción y horarios de entrenamiento.
Al mismo tiempo, los jugadores en edad cadete o junior, y los entrenadores del club, serán los encargados de dirigir cada uno de los colegios. Podemos hacer que dirijan el equipo de su antiguo colegio.
Se trata de una dinámica, donde los diferentes entrenadores del club, se cambian los papeles, y entrenan durante una semana a un equipo del club que no es el suyo.
En mi caso, lo haría durante el mes de marzo, aprovechando el parón de Semana Santa. Creo que puede ser interesante tanto como para el entrenador, como para los jugadores y jugadoras.
Los jugadores tienen la oportunidad de entrenar con alguien distinto, que no les ha llevado nunca, o al que conocen de cruzarse por los pasillos durante el año. Por parte del entrenador, puede ser una buena estrategia pactada con el director técnico, para empezar a coger referencias de un posible equipo al que entrenar en la temporada siguiente. Si se enfoca debidamente, y hay buen rollo entre el grupo de entrenadores, puede funcionar muy bien.
También enfocado a la difusión del baloncesto en nuestra área, podemos proponer una semana, o semanas, donde cada jugador lleve a sus entrenos a algún amigo del colegio, vecino o conocido.
Durante las dos últimas semanas de entreno, con la competición ya terminada, es buen momento para confeccionar las plantillas del año siguiente. En este punto, propondremos juegos y dinámicas relacionadas con el baloncesto, para atraer a nuevos jugadores de nuestra zona.
Definir un espacio común para los entrenadores, puede mejorar mucho el ambiente de trabajo, la comunicación, y el aprendizaje del grupo técnico.
Como maestro de primaria, siempre me ha gustado la existencia de una sala de profesores, donde tomar el café, trabajar, descansar o leer el periódico en horas muertas. Siempre que he podido, he intentado trasladar el concepto al baloncesto.
Alguno de los beneficios de la creación de la sala de entrenadores:
Espacio para preparar los entrenos
Biblioteca con revistas y libros de baloncesto
Pizarra para debatir cuestiones técnicas
Televisión / proyector para ver partidos en directo
Sitio para tener las reuniones técnicas del club
El primer equipo, tanto masculino como femenino, debe ser un ejemplo para los jóvenes jugadores del club. Todos los miembros de la cantera, trabajan para llegar a jugar ahí algún día, y su día a día no puede estar desconectado de la realidad Senior.
Al mismo tiempo, dada la importancia competitiva de los primeros equipos del club, tener una afición sana y comprometida con el equipo, ayudará a ganar partidos importantes jugando como local.
Organizar una grada de animación, donde todos los jugadores jóvenes del club se sientan representados, y a gusto, hará mejorar el sentimiento de pertenencia a un club, y generará un espacio de encuentro durante el fin de semana, para todos los jugadores y jugadoras de cantera, lejos de su participación como jugadores.
Al mismo tiempo, ver partidos desde la grada, hará mejorar la cultura baloncestística de nuestra cantera. Verán situaciones de juego que no encontrarán en sus competiciones, y si tenemos suerte de competir a buen nivel con nuestros Seniors, descubrirán referentes locales más cerca de lo que creían.
El retorno para estos jóvenes jugadores que vienen a animar a los primeros equipos el fin de semana, puede ser que los Seniors pasen a verlos competir.
Es por esto, que para mejorar esta conexión cantera-Senior, y también con el resto de miembros del club, propongo la existencia de un banquillo VIP, donde puedan sentarse aquellos jugadores (junior-Senior) o entrenadores del club, ajenos al equipo.
El banquillo (o sillas individuales) estaría situado al lado opuesto del área técnica. Sería un detalle que el club preparara bocadillos o chocolate y churros, los sábados o domingos por la mañana, para incrementar la afluencia de entrenadores del club.
El coordinador o Director Técnico, tendría que exigir y llevar un control de la preparación de las sesiones por parte de los entrenadores. Muchas veces, caen en la autocomplacencia o falta de hábito, de no redactar ni estructurar los entrenos, y la improvisación no suele ser un buen compañero de viaje.
Si al entrenador se le exige un mínimo en sus funciones, el club debería darle herramientas útiles para su planificación. Es por eso, que ya hace unos años, redacto dosieres de preparación para mis grupos de entrenadores. En ellos aparecen hojas de redacción de sesiones, planillas de alineación, hojas de control de asistencia, y también una parte teórica para acudir en momentos de falta de ideas.
Si queréis ver algún ejemplo, os dejo enlaces del Dosier de Minibasket, y el de categorías FIBA.
Obligar a los jugadores a acudir a las sesiones con la camiseta de entreno reglamentaria, facilitará mucho la tarea a nuestros entrenadores, y mejorará la imagen de nuestro club. Es recomendable que la camiseta sea reversible, para facilitar la confección de equipos dentro de la sesión a nuestros entrenadores.
Al mismo tiempo, a nivel visual, ver a 12 jugadores vistiendo el mismo atuendo, es mucho más apetecible, que ver diferentes colores. Genera falta de orden.
Simplemente, otra forma de crear hábitos de entrenamiento dentro de la plantilla, e incrementar la responsabilidad de nuestros jugadores. Nos tendríamos que plantear no dejar participar a la sesión, al jugador que no lleve el atuendo requerido.
Para mejorar la visibilidad del club de puertas hacia fuera, es importante estar presentes en aquellos eventos organizados en nuestro municipio o zona de influencia.
Hablamos de eventos no relacionados con el baloncesto, que pueden hacer mejorar la parte más social del club. Es importante destacar en este ámbito, ya que en los clubes más grandes, hay una gran ausencia de este sentimiento de pertenencia, o familiaridad. Cuando un jugador/a piensa en marcharse, lo que valora más son las movidas no relacionadas con el baloncesto.
Hablo de participar en una rúa de Carnaval, en una fiesta de baile popular, fiestas mayores o eventos con mucha tradición en el municipio.
El ejemplo de Carnaval es clarísimo. Organizar una carroza con el club, disfrazarse con el mismo atuendo, aprenderse un baile común… Hace pasar un buen rato a los jugadores, que las familias se organicen, y que se comparta tiempo pensando y elaborando los disfraces.
Como hemos dicho en puntos anteriores, la difusión del baloncesto es algo básico para que los clubes amateurs crezcan en número de jugadores, y también en calidad.
Es por esto, que puede ser interesante asistir a las diferentes escuelas de la zona, una vez al año, para llevar a cabo una sesión de entrenamiento con las distintas clases del colegio.
Podría asistir un entrenador del club, algún jugador del primer equipo, o el propio director técnico. La idea, planificar una sesión muy sencilla con juegos de bote, tiro, pase… todo orientado a la competición. A partir de ahí, explicar a los niños y niñas, que existe un club de baloncesto en su municipio, y que pueden venir a probarlo cuando quieran, si no hacen ningún deporte.
Al final de la difusión, invitar al colegio a participar en el torneo de escuelas, organizado por el mismo club.
Se trata de algo muy novedoso, que aun no he probado, y no he visto hacer a nadie (si alguien lo hace, me gustaría sacar ideas de su propuesta).
El club propone un Podcast, que saldrá semanalmente, y donde se repasará en formato audio, los resultados de los partidos, contados en primera persona por sus protagonistas. Al mismo tiempo, se podrían incluir diferentes secciones como entrevistas a algún jugador Senior, o algún jugador/entrenador profesional.
¿Para qué este podcast? Para informar a las famílias de todo aquello relacionado con el club, de una forma menos distante y más moderna y atractiva. También puede ser una forma de que los jugadores pierdan la vergüenza, y se expresen.
Tendría que ser liderado por algún jugador o jugadora en edad cadete/junior, que se encargue de hablar con los distintos jugadores de cada equipo para hacer la crónicas, y grabar el audio. Puede ser una buena forma de reenganchar a estas generaciones de “young adults” que van perdiendo la pasión por el baloncesto de forma progresiva.
Desde los clubes, también podemos concienciar a los jóvenes, de aspectos sociales tan importantes como la reducción de plásticos o el reciclaje.
Es por esto, que puede ser una iniciativa interesante, dejar de usar botellas de plástico en los banquillos, tanto como locales, como de visitantes.
Estas botellas, podrían ser sustituidas por cantimploras rellenables. Podríamos decidir que cada jugador/a lleve la suya llena antes del partido, o que haya un jugador/a responsable de rellenarlas todas antes de cada partido.
Muchas veces, nuestras instalaciones tienen oficinas o espacios vacíos, que podrían usarse para ayudar a los jugadores.
Una de las propuestas de este artículo, es adecuar una sala para todos aquellos jugadores que lleguen antes del entreno y no sepan qué hacer, o aquellos que tienen que esperar a un familiar a que acabe el entreno.
Una sala tranquila, alejada de la pista, con acceso a internet, para invertir horas muertas en deberes y estudio.
Sería mucho pedir, pero espectacular, tener a una persona que dinamizara este espacio, y que ayudara a los jugadores en sus tareas, sobretodo aquellos más desfavorecidos, que no tienen familiares que pasen tiempo ayudándoles con sus estudios.
Una forma de generar ingresos extras al club, es la confección de una línea de productos de merchandising con el escudo de la entidad.
Hablamos de productos básicos, no obligatorios en la indumentaria de entreno o partido, apetecibles a nivel de diseño y uso, por parte de los jugadores.
Hablamos de una camiseta, una sudadera, una bufanda, objetos de animación, pegatinas… Por parte del club, es un beneficio doble. Primero de todo, se generan ingresos y pocos gastos, y al mismo tiempo, el jugador/a es un producto publicitario con patas, ya que al llevar nuestra marca, promociona el club allí donde va.
No ha aparecido en este artículo, pero doy por hecho que la presencia en redes sociales es indispensable en un club amateur. Se trata de una forma muy eficaz de publicidad e información para todo el mundo relacionado con la entidad.
La figura de un Community Manager empieza a ser indispensable, para tener un calendario de publicaciones semanal, y aparecer en diferentes redes sociales como Instagram, Facebook o Twitter. Esta figura puede ser ocupada por un jugador@ Senior con conocimientos en la materia, o incluso contratar un profesional ajeno a la entidad, si se tiene capacidad económica para asumirlo.
Sea cual sea el perfil de nuestro encargado de redes sociales, necesitará una base sólida de contenido para poder acompañar sus publicaciones, con imágenes de calidad.
Media Day, es la traducción literal de “El día de los medios”. En la NBA, al principio de cada temporada, se invita a los medios para entrevistar a los jugadores y cuerpo técnico, al mismo tiempo que se toman fotografías y vídeos a los jugadores, para tener contenido para el área de publicidad y marketing.
Llevado a nuestro entorno, nos imaginamos un día donde todos los equipos vayan pasando por un photocall, con la vestimenta de partido, y se vayan tomando fotos individuales, por grupos, la foto oficial del equipo… De esta forma, podremos llenar nuestras redes sociales con más de 500 fotos tomadas durante este día, e incluso comercializar las fotografías entre los familiares.
En los clubes amateurs, es muy común ver entrenadores y entrenadoras jóvenes y sin experiencia, que mientras cumplen con su labor de jugadores, empiezan a hacer carrera en los banquillos.
Al principio, les suelen invadir un mar de dudas sobre qué enseñar, cómo actuar, y cómo relacionarse con los jugadores y sus familias.
El trabajo del Director Técnico o coordinador, es ayudar en todo lo que pueda, pero cuando el club tiene más de 15 equipos, puede resultar imposible estar en todos lados.
Asignar un mentor con más experiencia, a cada uno de los 4/5 entrenadores que acaba de empezar, puede ser una forma de delegar por parte del coordinador, mientras se continua con la tarea formativa.
El mentor tendría que ser alguien que tuviera una relación especial con el mentorizado, normalmente, que haya sido entrenado como jugador por esa persona. Otra forma de mentorizar a un entrenador joven, podría ser hacerle doblar como delegado a un equipo superior. De esa forma, si tiene interés por aprender, podrá ver algo diferente y tomar apuntes, mientras aporta su granito de arena con el equipo.
La tarea del mentor es resolver dudas, interesarse por el progreso de su equipo, y pasar ejercicios e información de interés al entrenador joven.
Como ya hemos dicho en anteriores puntos, los clubes amateurs necesitamos algo más de dinero que el de las subvenciones y cuotas, por tal de dar viabilidad a nuestros proyectos.
No podemos ir a las empresas sin ninguna información en nuestras manos, y solo con el don de la palabra, sino que hará falta un documento tangible, donde expongamos qué hace nuestro club, por qué la empresa tendría que colaborar con nosotros, y el coste de cada una de las diferentes opciones de patrocinio.
Es importante que esté rellenado de muchas imágenes para que vean caras conocidas, con los colores del club, y sobretodo, definiendo todos los proyectos que lleva a cabo el club.
La técnica individual es indispensable para el desarrollo del jugador/a de baloncesto. Pero a veces, tendemos a generalizar y a enseñar a todo el mundo lo mismo. No solemos adaptarnos a los diferentes físicos de los jugadores, sus capacidades, ambiciones y/o voluntades.
Es por eso que creo que debe haber una parte de la técnica individual personalizada, o un poco a la carta del jugador.
Hacer tecnificaciones con grupos reducidos, en los aros libres del pabellón, ayudará muchísimo a la mejora de nuestros jugadores.
De ser posible, empezaría por nombrar un especialista en técnica individual dentro del club, que pudiera dedicarse a tecnificar, lejos de entrenar a más de un equipo. Al mismo tiempo, pagaría un sueldo extra a aquellos entrenadores que quisieran hacer tecnificaciones personales o de grupo reducido.
Otra forma más sencilla de hacerlo, es pactar un precio con algún entrenador, para que saque un sueldo pagado directamente por la familia, y el club se lleve otra parte.
Sea cual sea la forma elegida, dar la opción de entrenar más horas de lo obligatorio a los jugadores, suele ser siempre un acierto. Quien quiera trabajar más que el resto, siempre debe poder tener opción a hacerlo.
Una forma muy efectiva de generar ingresos por parte de los clubes amateurs, es participar en el sorteo de Lotería de Navidad.
Tres meses antes del sorteo, el club compra participaciones. Cada miembro del club, ya sea jugador o entrenador, tendrá que vender entre 15 o 20 participaciones entre sus familiares, para ayudar económicamente al club.
Si vendemos las participaciones a 5€ y el club saca uno de beneficio, podemos superar los 500€ netos para el club, contando que no caiga ningún premio, que luego la alegría ya sería doble.
Sin duda, otra forma de generar ingresos de la nada, que sirvan para impulsar alguno de nuestros proyectos.
Para mejorar la salud de nuestros jugadores, y cuidarlos debidamente, el club puede estructurar diferentes rutinas para ser más efectivo.
Hablamos de proponer un calentamiento común para todos los equipos, pasando por definir una rutina de 10’ previa a los entrenos, dedicado a la propiocepción; o compartir con los jugadores una pequeña rutina de descarga con el Foam Roller.
Todo eso, generado por un experto en ciencias del deporte, que puede ser nuestro preparador físico si disponemos de esta figura, o algún profesional ajeno al club.
Proponer una salida formativa a alguna ponencia o clínic organizado por la federación autonómica, puede ayudar a los entrenadores a formarse, y a hacer piña.
Si la entrada tiene un coste económico, el club debería asumirlo. Una vez acabado el clínic, yo remataría la formación con una pequeña cena con los entrenadores desplazados, para poner en común y valorar las ideas extraídas de la charla.
No solo es bueno para la formación de los entrenadores, sino también por imagen del club. En un espacio donde hay gente de diferentes clubes, ver un grupo de 6/7 entrenadores con un mismo uniforme, genera un impacto positivo. Al menos yo si lo veo pienso: “Esta gente va en serio”.
No estoy hablando de un stage de rendimiento, donde se entrena mañana y tarde. Hablo de algo mucho más social, donde todo el club se desplaza durante dos o tres días a un albergue, y se comparten momentos de baloncesto, diversión y convivencia.
Puede usarse también para llevar a cabo algún entrenamiento de equipo, pero creo necesario combinarlo con torneos con integrantes de diferentes equipos, juegos de noche y actividades paralelas.
No solo los jugadores se lo pasan bien. El grupo de entrenadores encuentra un espacio para conocerse, y ver también entrenar al resto de equipos del club.
La mentalidad cada vez tiene más impacto en el futuro del jugador de baloncesto. Pese a ser un terreno complicado, y con mucho aun por investigar, el club debería tener herramientas para trabajarlo con sus jugadores. Voy con algunas propuestas:
Frase de la semana / mes: Escoger una frase de club, o de cada equipo en concreto, y debatir sobre ella
Dinámicas de equipo: Una vez al mes o al trimestre, trabajar algún valor concreto, o resolver algún problema del equipo, mediante una dinámica de grupo.
Tomar ejemplos: Analizar algún jugador/a profesional, o alguno de sus comportamientos, y valorar si es positivo o negativo (ejemplo Dzanan Musa haciendo callar al público de Girona, tras anotar un triple).
Para no cometer ningún acto de intrusismo, un psicólogo debería liderar este proyecto, o sino, poder hablar y formar a nuestro grupo de entrenadores para poder enfocar la actividad.
No voy fumado.
A partir de los 15 años, los jugadores de los clubes amateurs empiezan a perder apetito por el baloncesto. Todo lo que les rodea empieza a sacarles tiempo, y pueden no estar dispuestos a continuar, pese a que les siga gustando el juego.
Es por eso que en estas edades, podemos buscar ideas creativas para atraerles. La organización de un equipo competitivo de NBA 2K, representando con el nombre y los colores del club en el juego, podría ser una forma de mantenerles conectados a nuestra entidad.
De hecho, se me hace raro que desde ninguna federación aun no se haya apostado por esto. ¿Os imagináis una liga “federada” con la camiseta y los escudos de 16 equipos amateurs? ¿Y si lo hacemos?
Otra forma de generar ingresos, puede ser teniendo un patrocinador para cada uno de los equipos del club.
Podemos ofrecer el nombre del equipo al patrocinador, un espacio para esponsorización en la camiseta o el pantalón, y una mención mensual en nuestras redes sociales, a cambio de una inversión por parte de la empresa en el equipo.
El dinero de la esponsorización se verá íntegramente reinvertido en el propio equipo, para apoyar alguno de sus proyectos. Las familias pueden obtener un importante descuento en las equipaciones, participación en algún torneo, etc.
Hay ejercicios, que por su simplicidad y practicidad, se convierten en tareas de culto en algún club. Sus entrenadores le asignan un nombre concreto, conocido por jugadores y entrenadores, y van pasando de generación en generación.
Para que no se pierda la tradición, puede ser bueno redactar un PDF cada 2/3 temporadas, con algunos de los ejercicios favoritos de cada uno de los entrenadores, grafiarlo, y compartirlo con el resto del cuerpo técnico.
Llevamos un buen rato hablando de formación, conocimiento, mentoría, trabajo, trabajo y más trabajo. Los entrenadores y entrenadoras del club también deben tener un día de descanso dedicado a ellos.
Este día, el club podría organizar una excursión pagada, a algún parque de ocio, bosque vertical, circuito de karts, escape room, o algo distinto. Algún sitio que sirva para echarse unas risas, conocer a entrenadores con los que no tenemos tanto contacto, y hacer un poco de team building.
Acabada la sesión de ocio, lo rematamos con una comida pagada por el club, donde no se podrá hablar de baloncesto.
En periodos de vacaciones escolares, se organizan torneos en todos los rincones del país. Normalmente los clubes apuestan por enviar a un equipo concreto, pero, ¿y por qué no enviar 5 equipos de golpe y teñir la competición con los colores y camisetas de nuestro club?
Es muy interesante poder viajar con todos los miembros de un mismo club, ver competir y animar a otros equipos durante sus partidos, y pasar unos días fuera de casa en comunidad.
El 3x3 es un deporte en alza. Cuando llega el buen tiempo, todos los jugadores quieren participar en el torneo más cercano.
Organizar un evento de estas características, hace movilizar por completo al club. Desde control de inscripciones, sistema de competición, arbitrajes, bar, mesas de anotación… Se necesita mucha mano de obra. Es buen momento para ver si tenemos gente dispuesta a ayudar en nuestro club.
Al mismo tiempo, si el torneo no es gratuito, puede aportar unos ingresos extras al club en el bar, y en el precio de las inscripciones.
Hasta aquí mis 30 propuestas. Seguro que muchas ya están en marcha en tu club, y que algunas te habrán parecido descabelladas, pero es lo que tiene intentar pensar distinto.
Si te ha gustado la publicación y quieres más de este tipo, puedes dejarme un LIKE pulsando el corazón. Da mucha visibilidad al proyecto. Al mismo tiempo, para ayudar a crecer a la comunidad de entrenadores, puedes añadir en COMENTARIOS, alguna propuesta que no haya aparecido, y que esté en marcha en tu club.